Remembranza
Fabiana Llapur
Tres añitos apenas, y sin embargo se
acordaba muy bien de esa tarde fría en el parque frente a su casa. Apenas
comenzaba y ella ya sabía que él sería por siempre el hombre de su vida, que
mientras le sostuviera la mano en la suya, seca, huesuda, el dolor sería solo
un raspón en la rodilla, y el miedo un mal sueño que se disuelve con una
palabra. Entendía que cualquier intento tendría sentido si le sacaba una
sonrisa. Pero no se daba cuenta cuánto de su mundo desaparecería el día que su
mirada se apagara.
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