Texto de Laura Rojo Acerca sus narinas al recipiente con mezcla de hebras para infusión, al abrirlo se desprende del fondo un dulzor propio a la vainilla, y recuerda que la vainilla es una de las orquídeas más delicadas que conoció en los jardines de Quito. Vuelve los ojos a la etiqueta con curiosidad y lee: “Fantasy Island” Té negro Ceylon con cáscaras de naranja, extractos naturales de vainilla, y flores de malva y caléndula. Se sonríe (su olfato no la engaña) había olvidado que el blend tenía vainas de vainilla entre sus ingredientes, y son sus sentidos los que le revelan, lo que su memoria no. Toma una cuchara para calcular la medida precisa de la mezcla en el infusor y vuelve su rostro próximo para deleitarse nuevamente con el aroma; el agua está en su punto justo para resaltar aromas y sabores que confluyen. Deja reposar, tapando la preparación de cuatro a cinco minutos. Coloca dos individuales de tela sobre la mesa de algarrobo del living-comedor de la casa, un ramito d...